IFPRI ha presentado el Índice Global del Hambre de este año 2014, que presta una especial atención al hambre ocultaEl Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés) acaba de publicar el Índice Global del Hambre de este año 2014. Este informe ofrece una visión multifacética del hambre en el mundo, aportando nuevas perspectivas para combatirlo.
El índice Global del Hambre es una herramienta estadística diseñada para describir el estado del hambre a nivel mundial, por regiones y países. Para calcularlo combina tres indicadores: la proporción de personas subnutridas en relación a la población, la proporción de niños menores de cinco años que tienen bajo peso y la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años.
Aunque desde los años 90 el hambre en el planeta ha ido descendiendo sigue siendo un grave problema que afecta a 805 millones de personas, según datos de la FAO. En el informe se hace un repaso de las tendencias globales, regionales y nacionales de la subnutrición, señalando las regiones más afectadas, África subsahariana y el sur de Asia.
Además de la subnutrición (no ingerir la cantidad necesaria de calorías) que sufren más de 800 millones de personas, hay otros 2000 millones de víctimas que padecen una forma de malnutrición menos conocida, e incluso ignorada. Se trata del hambre oculta, que se produce cuando en la dieta existe una escasez de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales, que a largo plazo pueden tener consecuencias irreversibles en la salud. IFPRI presta especial atención en su trabajo a esta hambre oculta, porque además de afectar directamente a las personas malnutridas supone un impedimento para el desarrollo de las sociedades, ya que una mala alimentación frena la capacidad de los seres humanos a desarrollar todo su potencial.
En el Índice Global del Hambre se incluyen soluciones concretas que pueden erradicar el hambre en todas sus facetas. En el trabajo se hace un repaso de varios programas que están llevando a cabo dos organizaciones (Concern Worldwide y Welthungerhilfe) para desarrollar modelos que acaben con el hambre en cada contexto. Estos programas implementan acciones que apoyan la diversidad alimentaria y fortalecen los sistemas alimentarios locales, empoderan a la mujer y mejoran las intervenciones de salud y las prácticas domésticas. En el informe se hace una descripción de los programas que se han puesto en marcha en zonas rurales de Zambia, India o Camboya, ya que la desnutrición y la malnutrición afecta más a los campesinos pobres que dependen de la pequeña agricultura.
Finalmente el Índice Global del Hambre 2014 recoge una serie de recomendaciones políticas en la lucha contra el hambre centrándose particularmente en medidas que frenen la malnutrición, ya que no sólo es importante una adecuada dieta en cantidad sino también en calidad. Accede al texto del informe (en inglés)