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Alargar la vida útil de los alimentos para reducir su desperdicio

La asociación inglesa WRAP publica un informe sobre esta estrategia de reducción del desperdicio alimentario
Informe WRAP sobre alargar la vida útil de los alimentos para reducir el desperdicio alimentario

La asociación WRAP (Programa de Acción de Residuos y Recursos, en castellano) –que colabora con el Gobierno de Reino Unido y la UE– ha lanzado el informe Reducing food waste by extending product life. Este trabajo trata de dar las claves para ampliar la vida útil de los alimentos y evitar su despilfarro. WRAP calcula que entre 1,3 y 2,6 millones de toneladas de alimentos son desperdiciados en los hogares o en la cadena de suministro por la fecha de caducidad del producto.

El estudio se ha desarrollado durante un año, desde septiembre de 2013 hasta ese mismo mes del año siguiente, y ha sido lanzado recientemente. Para llevar a cabo la investigación se ha realizado un muestreo de 23.299 productos del comercio minorista, de los cuales se han seleccionado los 10 alimentos más comunes en cualquier cesta básica y sobre los se ha fijado el foco de la investigación. De cada uno de estos alimentos se ha estudiado la obtención de la materia prima, la fabricación, el envasado, la comercialización, la vida útil y cómo podría ampliarse la vida de cada uno sin comprometer la seguridad o calidad de éste. Para hacer más exhaustivo el trabajo, se han llevado a cabo una serie de entrevistas a los principales fabricantes de alimentos, minoristas y asociaciones comerciales. 

El estudio demuestra que hay errores en los embalajes: muchos productos no incluyen información sobre la vida útil de un alimento una vez abierto el envase, a pesar de que los productores conocen ese dato; existe una falta de información sobre la fecha de consumo preferente que implica que se desperdicien alimentos que pueden ser consumidos sin problema;  algunos productos contienen información acerca de su vida útil por debajo de su vida real, para que se dé una venta rápida de éstos. Todo esto se traduce en un incremento del desperdicio de alimentos.

El informe incluye también una serie de recomendaciones sencillas que, de implementarse correctamente, supondrían una disminución notable del desperdicio de alimentos: reevaluar la calidad y seguridad de muchos alimentos e identificar las opciones que pueden ampliar la vida útil del alimento; dar información clara sobre el tiempo que se considera seguro para que el producto sea consumido; modificar las cadenas de suministro; optimizar los  tiempos de entrega y no almacenar en los supermercados innecesariamente productos que pueden ser consumidos; y revisar las fechas de caducidad y de consumo preferente, haciendo que las fechas de caducidad se limiten a los alimentos cuyo consumo suponga un riesgo para la salud después de la fecha estipulada.

La asociación WRAP considera que aunque ya ha habido algunos cambios positivos en cuanto a esto es primordial extender la vida útil de los alimentos. WRAP está dispuesta a colaborar con la industria alimentaria para que se adopte un modelo basado en la vida útil del alimento, que permita evitar el despilfarro de comida y que suponga a su vez mayores beneficios económicos para la industria. Para ello ha anunciado que va a crear un grupo de trabajo con la industria para fomentarlo. Lograrlo supondría disminuir el número de alimentos que acaban en la basura y capacitarnos para alimentar a una población mundial creciente.