Pese a que se había experimentado una reducción de la deforestación, los cultivos masivos de soja ponen en peligro la inmensa selva brasileña, uno de los grandes pulmones del planeta.
Aunque durante tres años consecutivos se ha registrado una reducción en la deforestación de la Amazonía brasileña, el ritmo ha vuelto a incrementarse este año. A pesar de que las estadísticas definitivas a este respecto no se conocerán hasta 2008, los datos parciales conocidos hasta ahora anuncian el aumento de la amenaza para este espacio natural. Este repunte de la deforestación ha sido calculado basándose tanto en cifras oficiales como en informaciones suministradas por organizaciones no gubernamentales. Estos datos se refieren principalmente al estado de Mato Grosso, una de las principales fronteras entre la selva amazónica y las áreas de cultivo de Brasil. Así, la deforestación aumentó un 107% entre junio y septiembre en esta zona en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que los incrementos fueron del 53% en el estado de Rondonia y del 3% en el estado de Acre.
La deforestación aumentó en agosto por cuarto mes consecutivo en Mato Grosso y llegó a 262 kilómetros cuadrados tan sólo ese mes, según la ONG Imazon. Este crecimiento se debe al aumento de las áreas de cultivo de soja, un producto con un precio al alza en el mercado internacional, según los especialistas. "Ese es un factor de preocupación. Las señales son de recuperación del mercado de materias primas y, con la expectativa de ganancias, las personas se arriesgan más", admitió el director de operaciones para la Amazonía del Ministerio de Medio Ambiente, André Lima.
Los indicadores demuestran que es necesario "corregir algunos controles y reformular algunas estrategias de fiscalización", aseguró el viceministro de Medio Ambiente, Joao Paulo Capobianco, que añadió que todo apunta a que la deforestación está de nuevo aumentando, a pesar de los intentos para que "no se consolide".
Este posible aumento de la deforestación se produce después de que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en diferentes actos internacionales, alabara la significativa reducción del área devastada en la Amazonía en los últimos años. Y es que la deforestación había caído gradualmente desde 2004, cuando se devastaron 27.000 kilómetros cuadrados de selva.