Ha sido lanzada en Suiza por la ONG SWISSAID con motivo del Año Internacional de la BiodiversidadSegún información difundida por Swissinfo, ayer 16 de febrero, aprovechando el Año Internacional de la Biodiversidad, fue lanzada en Berna la campaña La Biodiversidad contra el Hambre, estrategia de la ONG helvética SWISSAID que busca alertar sobre los riesgos de apostar a cultivos únicos.
Parten de su trabajo en Colombia, del que destacan que su agro es de una fertilidad enorme y es tal su biodiversidad que 10% de las especies del mundo están en su territorio; pero la población colombiana podría sufrir de hambruna y miles de personas han sido expulsadas de su tierra como consecuencia de la cultura extensiva de la palma de aceite.
Nuestras experiencias en Colombia mostraron claramente que la diversidad de los cultivos y de las especies es de un valor inestimable para la vida de las familias pobres y para el desarrollo sustentable, afirmó Caroline Morel, directora de la ONG helvética. Debemos proteger a cualquier precio esa biodiversidad, enfatizó. También recordó que la ONU declaró este 2010 Año de la Biodiversidad ante la inquietante pérdida de variedades en plantas y animales: sólo 15 especies vegetales y 8 especies animales proporcionan 90% de la alimentación del globo. El arroz, el maíz y el trigo satisfacen la mitad de las necesidades alimentarias.
La diversidad biológica significa seguridad, puntualizó la responsable de SWISSAID y explicó que en la siembra de diversos productos, la eventual pérdida de alguno de ellos, sea por una plaga, una enfermedad o la falta de lluvias, es compensada por la cosecha de otro, con lo que, insistió: la diversidad biológica es uno de los más poderosos remedios contra la pobreza y el hambre.
A pesar de la riqueza de su biodiversidad y la fertilidad de su suelo, los grandes capitales de Colombia, con el respaldo de las autoridades, apuestan por los monocultivos, empobreciendo el campo y las comunidades rurales. Rudolf Rechsteiner, presidente de SWISSAID, comentó que en Colombia existe un grave problema en la tenencia de la tierra. Y el gobierno central colombiano no arregla formalmente el derecho a la tierra y no garantiza tampoco de una manera eficaz los títulos de propiedad adquiridos.
En ese contexto, los campesinos sufren las presiones de los latifundistas, que quieren apropiarse de sus tierras para la siembra de la palma de aceite. La política agrícola del Estado apoya sobre todo a los grandes propietarios de tierras y los estimula a obtener altos rendimientos de la palma de aceite y de los productos de exportación tradicionales que son el café, el cacao y la carne.
La palma de aceite, muy rentable en lo inmediato merced a su rápido desarrollo y a la fuerte demanda de que es objeto para la fabricación de agrocarburantes, está muy lejos de ser la panacea: desde hace dos años se expande en los cultivos una nueva enfermedad que los científicos no atinan a identificar y que en Colombia denominan chancro de la palma.De avance rápido, la plaga ha infestado hasta 50% de las plantaciones en algunas regiones colombianas y en este momento sólo 3 de las 17 refinerías de aceite de palma del país andino laboran a plena capacidad. Ello, amén de que el cultivo que nos ocupa agota la tierra y requiere una irrigación abundante.Accede la web de Swissaid
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Campaña Biodiversidad contra el hambre
18/02/2010
Ha sido lanzada en Suiza por la ONG SWISSAID con motivo del Año Internacional de la Biodiversidad
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