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Comemos alimentos que ya no alimentan tanto

La presidenta de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica pone de relieve que actualmente los alimentos tienen menos nutrientes debido al impacto de la agricultura intensiva
Productos de agricultura ecológica contienen más micronutrientes

Mª Dolores Raigón, doctora en ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia y presidenta de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), ha publicado en la revista Veritas el artículo “¿Por qué los alimentos ya no alimentan?”, donde señala que los alimentos no ecológicos son menos nutritivos que los de hace 50 años. Gracias a los registros históricos de los alimentos evalúa los cambios que se han dado en la  composición nutricional de distintos alimentos (aunque no hay datos para todos). 

Raigón considera que la bajada del contenido mineral (micronutrientes) en los alimentos se debe al cambio de modelo  agrícola, que se ha visto afectado por distintos factores  como la producción fuera de temporada, el desarrollo de cultivos forzados de invernadero, el uso de  químicos o la generalización de las nuevas variedades comerciales. Los alimentos no “alimentan” tanto porque se producen de forma forzada y la tierra no recupera los nutrientes y minerales para transmitirlos a sus frutos. Esto viene sucediendo desde la década de los años 40 cuando el modelo tradicional de agricultura comenzó a transformarse en el actual, más intensivo e industrializado. 

El modelo de producción agrícola intensivo ha requerido alteraciones genéticas para incrementar su rendimiento (frutas, verduras, cereales, legumbres). Estas alteraciones han supuesto en algunos alimentos una disminución de los micronutrientes y un incremento de los hidratos de carbono.
Los estudios más recientes muestran que los alimentos han sufrido una disminución del 5 al 40% o más en minerales, vitaminas y proteínas, siendo las frutas y las verduras las más afectadas.

Por ello en el artículo se propone como alternativa la agricultura ecológica, justificando que los últimos estudios que analizan las diferencias nutricionales entre alimentos ecológicos y no ecológicos concluyen que los primeros tienen mayor cantidad de minerales, vitaminas y aminoácidos esenciales.

Cultivar alimentos menos nutritivos puede favorecer el aumento de  la denominada malnutrición tipo B,  también conocida como hambre oculta. Este hambre supone que las personas no ingieren la cantidad de micronutrientes necesaria para su organismo, independientemente del número de calorías que estén consumiendo. Según el artículo, el hambre oculta ha ascendido paralelamente a los cambios en el sistema de producción del sector agrario y alcanza ya casi a un 30% de la población mundial, incluso en los países desarrollados.