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Empujar la lucha contra el hambre desde la Universidad

PUSH es un consorcio de diferentes universidades del mundo que pretenden impulsar la seguridad alimentaria como prioridad institucional
Banner de la página web de la iniciativa PUSH

El mundo de la universidad ha fomentado la innovación, y ha formado a muchos de los grandes investigadores y docentes universitarios que han contribuido al cultivo de los alimentos, y al procesamiento, transporte y acceso de estos. Pero hasta hace poco no había una contribución venida desde este sector para luchar contra el hambre. En febrero de 2014 el Instituto de Soluciones contra el Hambre, junto con la Asociación de Universidades Públicas y Land-grant Universities (APLU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), celebraron un foro interactivo bajo el nombre “Forjando el papel colectivo de las universidades” donde se debatió sobre cómo se podría luchar contra el hambre desde el ámbito universitario.

El resultado de este foro fue que 70 líderes de 30 universidades de Canadá, Estados Unidos y América Latina, crearon el ‘Compromiso de los Presidentes de las Universidades con la Seguridad Alimentaria y Nutricional’ una declaración donde se aúnan diferentes iniciativas que los líderes universitarios pueden implementar para hacer de la seguridad alimentaria y nutricional una prioridad institucional. Los firmantes del ‘Compromiso de los Presidentes con la Seguridad Alimentaria y Nutricional’ son los componentes del consorcio PUSH, que en inglés significa empujar. A este consorcio, a día de hoy, están adheridos más de 101 líderes universitarios de diferentes países, que han acordado otorgar prioridad a la seguridad alimentaria y nutricional en su campus, consiguiendo que éste sea un tema importante en las instituciones de educación superior en todo el mundo. Esta alianza tiene la característica  de unir a estudiantes, administraciones universitarias, innovación y sostenibilidad.

Algunas de estas universidades están asociadas con organizaciones como The Campus Kitchens Project y Food Recovery Network,  y otras están animando a sus empleados a usar recursos como la guía ‘Trash Hunger, Not Food’ para crear soluciones a sus propios problemas de desperdicio de alimentos.

En marzo pasado realizaron un foro en la Universidad de Illinois donde se reunieron los presidentes universitarios de todo el mundo, así como líderes de empresas, fundaciones y organizaciones internacionales para debatir sobre: cómo identificar, medir y resolver el hambre de los estudiantes, cómo unirse al movimiento, iniciado por la Fundación Rockefeller, para reducir la pérdida y el desperdicio mundial de alimentos a la mitad para 2023 o sobre cómo aprovechar los datos que existen sobre el hambre para crear alianzas e impulsar el objetivo de un mundo sin hambre.

PUSH forma parte de la red mundial multisectorial en la lucha contra el hambre y la malnutrición, de la que forman parte otros actores como la FAO o el Programa Mundial de Alimentos, ya que, como señalan en su web, es necesario trabajar en conjunto, sumando fuerzas.