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Enorme potencial de los sistemas agroalimentarios como soluciones climáticas

Un informe de la FAO analiza las NDC y evidencia que casi todos los países identifican los sistemas agroalimentarios como una prioridad para la adaptación y la mitigació
Detalle de la portada del informe

Las NDC (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional) son planes nacionales de acción climática y la herramienta principal para lograr los objetivos del Acuerdo de París. El informe de la FAO titulado “Los sistemas agroalimentarios en las contribuciones determinadas a nivel nacional: análisis global” plantea que, si queremos abordar la crisis climática y cumplir el Acuerdo de París, las soluciones agroalimentarias deben estar en primer plano.

En el análisis de NDC realizado en el informe se encuentra que el 94% de los países identifican los sistemas agroalimentarios como una prioridad para la adaptación y el 91% para la mitigación del cambio climático. Esto es especialmente relevante ahora que los países se preparan para presentar su tercera ronda de NDC en 2025.

El informe ofrece una visión general de los principales riesgos relacionados con el clima y los puntos críticos de gases de efecto invernadero en este sector y sintetiza estrategias clave de adaptación y mitigación. El estudio revela que la inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad son los riesgos relacionados con el clima notificados con más frecuencia (aparecen en el 88% de las NDC).

Los países menos desarrollados (PMA) y los países de bajos ingresos reportan riesgos relacionados con el clima a un ritmo mayor que el promedio mundial, especialmente riesgos para los sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria, medios de vida, pobreza y desigualdad.

Abordar la pobreza y la desigualdad es esencial para la adaptación y las transiciones justas, pero solo una fracción de las NDC se centran en las vulnerabilidades, los riesgos y las capacidades específicas de diferentes segmentos de la población. Si no se presta mayor atención a estas brechas socioeconómicas, los sistemas agroalimentarios corren el riesgo de dejar a los grupos más marginados aún más expuestos a los impactos del cambio climático.

De manera similar, las brechas de mitigación en los sistemas agroalimentarios son significativas. Si bien la agricultura y los sistemas alimentarios son una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, las NDC actuales abordan solo alrededor del 40% de estas emisiones. Esto deja la posibilidad de duplicar la ambición en futuras NDC y acciones. Las emisiones ganaderas están particularmente desatendidas, con un 66% sin abordar, y las emisiones previas y posteriores a la producción están aún peor, con una brecha del 82%. Sin cerrar estas brechas, será casi imposible alcanzar los objetivos de temperatura global.

El estudio muestra que también existe un inmenso costo financiero asociado con décadas de relativa inacción climática en los sistemas agroalimentarios. La agricultura es uno de los sectores más afectados por los desastres relacionados con el clima, sufriendo pérdidas por cientos de miles de millones de dólares anualmente, equivalentes al 5% del PIB agrícola mundial en los últimos 30 años. Entre 2007 y 2022, la agricultura representó el 23% del total de pérdidas relacionadas con desastres, y las sequías fueron responsables de más del 65%.

Transformar los sistemas agroalimentarios para resistir las presiones climáticas requerirá 1,15 billones de dólares al año hasta 2030, pero la financiación actual promedia sólo 28.500 millones de dólares al año. Para cerrar esta brecha sería necesario multiplicar por 40 las inversiones en sistemas agroalimentarios por año hasta 2030, según un estudio citado en el informe de la FAO.