Las primeras declaraciones del nuevo director de la FAO reflejan el horizonte de incertidumbre que hay en la lucha contra el hambreDesde el 1 de enero, el brasileño José Graziano da Silva ocupa la dirección general de la FAO, sustituyendo al senegalés Jacques Diouf que ha estado casi 18 años en el cargo. El mandato de Graziano da Silva, que es el octavo director general que tiene la FAO, abarca desde el 1 de enero de 2012 hasta el 31 de julio de 2015.
Graziano da Silva fue responsable del diseño y puesta en marcha en 2003 del programa "Hambre Cero", que obtuvo una gran éxito en Brasil. Antes de ser elegido para la dirección general había sido responsable de la FAO para Latinoamérica y el Caribe entre 2006 y 2011.
En sus primeras declaraciones, Graziano ha señalado que su prioridad número uno es trabajar para la erradicación del hambre, lo cual no debería desligarse de otros desafíos mundiales, como la recuperación de las economías nacionales, la protección de los recursos naturales frente a la degradación y la mitigación y adaptación al cambio climático".
Las otras cuatro prioridades estratégicas de su mandato serán avanzar hacia un sistema de producción y consumo más sostenible, fomentar una mayor justicia en la gestión mundial de los alimentos, completar la reforma de la FAO y ampliar la cooperación sur-sur.
Señaló que piensa que los precios de los alimentos no subirán drásticamente en 2012 como en los últimos años, aunque tampoco disminuirán, y probablemente continuará la volatilidad en los mercados de alimentos debido a la inestabilidad económica y las fluctuaciones del mercado de divisas.
Graziano destacó que el mundo se encuentra en un nivel dramático con cerca de 1.000 millones de hambrientos en el mundo. No dejó claro si las previsiones a corto plazo son de reducción o de aumento a nivel global, pero señaló que mientras se prevé que en algunos países el crecimiento del número de hambrientos sea menor, en zonas como Asia o África se esperan aumentos significativos.
Recordó que la FAO dispone de recursos limitados y explicó que por esta razón no se va a tratar a todos los países de forma igual sino que se van a concentrar los esfuerzos en aquellos con mayores necesidades y que no están avanzando al ritmo necesario, especialmente países de bajos ingresos y con déficit alimentario. Por ello, aseguró que África será una prioridad para esta organización durante su mandato.
El responsable de la FAO subrayó también que trabajará para lograr que este organismo sea más eficaz a través de la reducción de los costes administrativos y de la burocracia, con el fin de que esos recursos puedan ponerse a disposición de los que trabajan sobre el terreno.
Sobre el impacto que la crisis económica puede tener en 2012, Graziano afirmó que no espera que haya reducciones de los fondos que recibirá la FAO por parte de los países más avanzados, dada la importancia que ha adquirido la seguridad alimentaria a nivel mundial. En todo caso, lo que podrá afectar será el aumento del número de las personas que necesitarán ayuda.
Graziano manifestó, además, que su deseo es trabajar "de la forma más transparente y democrática" con los países miembros, los diferentes organismos de la ONU, el sector privado y la sociedad civil.
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Este año, los precios de los alimentos no subirán ni bajarán, sino todo lo contrario
04/01/2012
Las primeras declaraciones del nuevo director de la FAO reflejan el horizonte de incertidumbre que hay en la lucha contra el hambre