Se ha publicado un estudio, en el que participa la FAO, que analiza los resultados que el Programa de Inversión Estratégica (SIP) para la ordenación sostenible de la tierra ha tenido en los 26 países africanos en los que se implantó. Este programa se ha desarrollado de 2010 a 2015, con el fin de frenar la degradación de las tierras, centrándose en la implantación de prácticas agrícolas sostenibles y eficaces, fortaleciendo los servicios de asesoramiento y estableciendo unos marcos normativos y de gestión de conocimiento más sólidos.
El informe analiza cuáles han sido los resultados de este Programa, evaluando sus puntos fuertes y sus debilidades, para que pueda servir de guía para los futuros proyectos e inversiones en la ordenación sostenible de la tierra. Por una parte, el estudio destaca que los países en los que se ha implantado este programa tienen ahora una concepción mejor para luchar contra la degradación de la tierra desde un enfoque plural y multisectorial. También se han reconocido las prácticas y tecnologías más ventajosas del Programa en cuanto a ayudar a proteger el ecosistema y mejorar la productividad, por ejemplo la rotación de cultivos para restablecer la fertilidad del suelo.
Además, cabe destacar que estas prácticas no solo favorecen al sector agrícola, también fomentan una mayor diversidad en los cultivos, generan servicios ecosistémicos y mejoran la seguridad alimentaria en África. Sin embargo, aún hace falta una mayor financiación en las organizaciones que participen en estos proyectos y que estos tengan una perspectiva a largo plazo.