La preocupación por la salud (61%), la pérdida de sabor de los alimentos (35%) y los efectos medioambientales derivados del actual sistema alimentario (24%) son las principales motivaciones de los españoles a la hora de modificar hábitos hacia una alimentación más saludable.
El 44% de los encuestados afirma haber aumentado en los dos últimos años el consumo de alimentos respetuosos con el bienestar animal y, en el mismo porcentaje, alimentos cuyo impacto ambiental es menor. A pesar de ello, el precio (47%) se mantiene como el principal criterio a tener en cuenta a la hora de la compra, si bien el respeto por el medio ambiente y la preocupación por las condiciones de producción van ganando posiciones para el 38% y el 31% de los consumidores, respectivamente.