Director de la SESAN dice que se identificaron comunidades en riesgo, pero que no se podía actuar antes de tiempoLas autoridades de Gobierno reconocieron que ya habían identificado el riesgo de desnutrición crónica en las comunidades de Jalapa, pero que el sistema de atención no se activó hasta que se comprobó un incremento de hospitalizaciones por ese padecimiento. Las declaraciones surgieron luego de que la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) diera a conocer que en Jalapa y Jutiapa se detectaron unos 94 casos de desnutrición crónica.
Una cosa es saber que hay alta probabilidad y otra que ocurra un problema real, justificó el director de la Sesan, Juan Aguilar.
Aguilar aseguró que no fue hasta agosto cuando se percataron que la situación ya se había vuelto crítica, pues el número de niños ingresados en la pediatría del Hospital de Jalapa había incrementado. Admitió que han identificado unas 194 comunidades que se encuentran en alto riesgo de padecer desnutrición crónica, por medio de un sistema que nada más nos dice si hay alta probabilidad de crisis (lea: Debíamos esperar).
No obstante, instancias de la sociedad civil agrupadas en campañas para prevenir el hambre, criticaron el tardío accionar de las autoridades de Gobierno. Ellos sabían qué estaba pasando y no acudieron en ayuda, reclamó Nadia Sandoval, portavoz de Vamos al grano.
Sequía y canículas
Según los datos oficiales, al momento se han registrado unos 94 casos de desnutrición aguda en el llamado Corredor Seco, mientras que la Fundación Castillo Córdova indicó que sólo en 10 comunidades del municipio de Jalapa han atendido 33 casos con ese padecimiento (lea: Acuden en ayuda).
Según el jefe del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), Mario Aldana, el problema en Jutiapa y Jalapa se agravó, debido a la sequía provocada por el Fenómeno de El Niño, y la unión de dos canículas, lo cual limitó la humedad.
Ante esto, se creó una comisión integrada por el MAGA, la Sesan y el Ministerio de Salud, acompañada por el Consejo de Cohesión Social y el Fondo Nacional para la Paz, entidades que darán seguimiento al plan para atender la emergencia alimentaria. Contarán con Q140 millones para la compra de granos, asistencia a las familias y monitoreo a las comunidades.
También emprenderán programas productivos, tales como la colocación de sistemas de riego y entrega de semillas mejoradas en esa región, lo cual irá acompañado de las llamadas Bolsas Solidarias.Artículo de Jessica Gramajo completo en Siglo XXI