Ambas organizaciones han instado a un compromiso político por parte de los Estados frente al hambre para la próxima conferencia internacionalLos responsables de las Organizaciones de Naciones Unidas especializadas en alimentación y agricultura (FAO) y salud (OMS) han declarado que los gobiernos deberán asumir compromisos más firmes en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN-2).
José Graziano da Silva, el Director General de la FAO, aseguró que desde la primera Conferencia Internacional sobre Nutrición celebrada en 1992 se han logrado avances importantes pero de forma insuficiente y desigual. La CIN-2 tendrá lugar del 19 al 21 de Noviembre del 2014 y será la oportunidad para que los Estados se comprometan y asuman las responsabilidades necesarias para combatir la malnutrición y el hambre.
Actualmente más de 840 millones de personas sufren subalimentación crónica, en un mundo capaz de alimentar a todos sus habitantes. La mitad de todas las muertes de menores de 5 años son causadas por la malnutrición mientras que por otro lado 500 millones de personas son obesas. La responsable de la OMS, Margaret Chan, ha señalado que en la próxima conferencia los participantes deberán preguntarse ¿Por qué la subalimentación severa y la obesidad pueden coexistir en el mismo país y en la misma comunidad?. Y añadió que además se deberá considerar cómo el aumento de demanda de carne y otros productos animales afecta a la salud y al medio ambiente.
La FAO y la OMS consideran que existe un bajo compromiso político y aunque los gobiernos son responsables últimos del bienestar nutricional de sus ciudadanos, Graziano da Silva resaltó la importancia de la acción colectiva para acabar con el hambre a través de la participación de los parlamentos, sector académico, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil. Algunos retos claves en la lucha son: la volatilidad de los precios internacionales de los alimentos, el aumento de dependencia de los mercados internacionales y de las importaciones de alimentos, la baja productividad agrícola que se acentúa por el cambio climático y el desperdicio de alimentos.