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Los bosques son un recurso imprescindible para el planeta

La FAO analiza la situación de sobreexplotación que están sufriendo los bosques en este último año, enfatizando la importancia de recuperarlos
detalle de la portada del informe

La FAO ha publicado el informe El estado de los bosques del mundo 2018, que pretende dar a conocer cómo los bosques y su gestión sostenible pueden contribuir a lograr los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La realidad es que está habiendo una sobreexplotación de los bosques, lo que hace que sea urgente trabajar desde todos los sectores y de forma cooperativa involucrando a las partes para  tomar medidas para mitigar este hecho. La primera vez que la FAO hizo un análisis de los recursos forestales mundiales la preocupación era saber si habría madera suficiente para satisfacer la demanda mundial. Ahora hay un reconocimiento mayor de lo que significa el mantenimiento de bosques y árboles para el estado del planeta y para nuestros paisajes y medios de subsistencia. Este trabajo pone en valor la importancia de nuestros bosques y cómo una buena gestión de ellos podrá impulsar los ODS. 

Los bosques y los árboles aportan contribuciones vitales para  las personas y el planeta como fortalecer los medios de vida, suministrar aire y agua limpios, conservar la biodiversidad y responder al cambio climático. Contribuyen al desarrollo socioeconómico y son un recurso primordial para las zonas rurales en las que viven algunas de las personas más vulnerables.  Algunos estudios consideran que el 20% de los ingresos de los hogares rurales en los países de desarrollo proceden de los bosques. Además ayudan al planeta a adaptarse al cambio climático.

La creciente población está demandando una producción mayor de alimentos lo que  está ejerciendo una fuerte presión sobre la tierra, sobre todo en los países en desarrollo donde se concentran la mayoría de personas pobres y víctimas del hambre. La deforestación ha sido causada para convertir bosque en zonas de agricultura y ganadería; esto amenaza los medios de vida de los silvicultores, las comunidades forestales y los pueblos indígenas, además de la biodiversidad. Por ello, el reto es mejorar la seguridad alimentaria sin reducir la superficie foresta.

Varios indicadores en el marco del ODS15 se centran en los bosques, específicamente en el seguimiento de la tierra forestal y de la proporción de bosques gestionados de manera sostenible. Además los bosques y los árboles realizan contribuciones significativas a los ODS a través del sector no estructurado, la agroforestería, las oportunidades de empoderamiento de la mujer, la gestión sostenible del agua, el turismo, las ciudades sostenibles, la adaptación al cambio climático, así como la lucha contra la degradación de las tierras y la pérdida de biodiversidad.

Los bosques y los árboles desempeñan una función fundamental para determinar la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ya que actúan absorbiendo el carbono y por lo tanto tienen el potencial de mitigar el cambio climático. A pesar de  su importancia, la deforestación es la segunda causa más importante del cambio climático después de la quema de combustibles fósiles. Por ello debemos gestionar los bosques de forma sostenible para fortalecer la resiliencia y las capacidades de adaptación a los desastres naturales que está provocando el cambio climático.

En el estudio se recogen  además 8 estudios de caso para llevar la teoría a la práctica. Estos casos enseñan cómo mejorar el potencial de los bosques gracias a un enfoque intersectorial en países con diferentes geografías, climas, sistemas políticos, niveles de ingresos y tradiciones sociales y culturales.

También se hace un  resumen de las principales implicaciones en materia de políticas y se señala la necesidad de, por un lado, aumentar la sensibilización de los responsables políticos y, por otro, involucrar al sector privado. Es necesario fortalecer también los marcos jurídicos que reconocen y garantizan los derechos de acceso a los bosques y árboles de las comunidades locales y de los pequeños productores para lograr la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.

Además de la aplicación eficaz de políticas, es necesaria la participación de las partes interesadas. El marco institucional debe incluir a las comunidades locales y las organizaciones de la sociedad civil, al sector privado y a los organismos gubernamentales. Y aunque las características son muy diferentes de un país a otro y entre las regiones, los responsables políticos tienen que gestionar las compensaciones recíprocas y establecer medidas concretas para armonizar los múltiples objetivos y las estructuras de incentivos. Un enfoque integrado es fundamental para conseguir los ODS.