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Mejorar la nutrición de forma sostenible requiere políticas coherentes y mejor coordinación

A la conclusión de la CIN2, FAO y OMS destacan la necesidad y posibilidad de erradicar las diferentes formas del hambre

A la conclusión de la CIN2, FAO y OMS destacan la necesidad y posibilidad de erradicar las diferentes formas del hambreDurante los días 19 a 21 de noviembre Roma ha sido testigo de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) organizada conjuntamente por FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y OMS (Organización Mundial de la Salud). La conferencia ha reunido a representantes de más de 170 gobiernos, quienes reafirmaron su compromiso de establecer políticas nacionales destinadas a erradicar la malnutrición en todas sus formas y a transformar los sistemas alimentarios para poner dietas más nutritivas al alcance de todos. A la reunión asistieron más de 2.200 participantes, entre ellos 150 representantes de la sociedad civil y casi un centenar del mundo empresarial.

El objetivo de la CIN2 era abordar los desafíos que supone la malnutrición en todas sus formas y crear oportunidades para hacerle frente en el futuro. FAO y OMS han recalcado que aunque desde la CIN celebrada en 1992 ha habido mejoras en la reducción del hambre y la malnutrición, los avances han sido desiguales y lentos, y los datos siguen siendo inaceptables (805 millones de personas padecen hambre crónica según los últimos datos disponibles y 2.000 millones de personas no ingieren la cantidad necesaria de nutrientes). La solución para erradicar este mal, según estas organizaciones, consiste en mejorar la nutrición de forma sostenible mediante la aplicación de políticas coherentes y mejor coordinadas.

FAO y OMS han destacado que una mala alimentación, además de repercutir en el desarrollo individual de la persona, limita la productividad y el potencial humano perjudicando a las familias, comunidades y Estados. Durante la CIN2 se señaló que las causas de la malnutrición son multidimensionales: la pobreza y un nivel socioeconómico bajo, la falta de acceso a los alimentos suficientes en cantidad y calidad, deficiencias en el saneamiento y la higiene, la falta de acceso a la educación, al agua potable y a sistemas sanitarios, y las epidemias como el ébola.

Ambas organizaciones han declarado que hay una gran desigualdad en relación a la seguridad alimentaria y que cada vez surgen mayores problemas para proporcionar alimentos suficientes y sanos como consecuencia de las limitaciones de recursos, del deterioro medioambiental, de los modelos insostenibles de producción y consumo, de las pérdidas y desperdicio de alimentos y del desequilibrio en la distribución.

Durante la CIN2 se ha elaborado un Marco de Acción, de carácter voluntario, que pretende guiar los compromisos asumidos en esta última conferencia y recogidos en la Declaración de Roma sobre Nutrición. Dentro de este Marco de Acción se han creado un conjunto de 60 recomendaciones,  agrupadas por  temas, que van destinadas principalmente a los dirigentes gubernamentales que deberán evaluar la idoneidad de las políticas y sus prioridades.

Las numerosas recomendaciones apuntan a la importancia de la responsabilidad y coordinación de las políticas, a la creación de sistemas alimentarios sostenibles, al comercio, a la educación, a la protección social, a una asistencia sanitaria sólida, a la lactancia materna, a las consecuencias de una mala nutrición, al agua, saneamiento e higiene y a la rendición de cuentas. La primera recomendación destaca la importancia de potenciar el compromiso político y la participación social mediante el diálogo para mejorar la nutrición, vislumbrando que el hambre es un problema cuya raíz nace en la incapacidad de los gobernantes para solucionarlo y se trata de un problema colectivo.Accede a la Declaración de Roma sobre Nutrición