La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) el informe anual El estado de los bosques del mundo 2020. Los bosques, la biodiversidad y las personas.
La mayoría de la biodiversidad terrestre se encuentra en los bosques del mundo. En conjunto, contienen más de 60.000 especies arbóreas diferentes y proporcionan hábitats para el 80% de las especies de anfibios, el 75% de las especies de aves y el 68% de las especies de mamíferos. Alrededor del 60% de todas las plantas vasculares se encuentran en los bosques tropicales.
La relación de las personas con la biodiversidad forestal varía entre regiones, países y zonas y entre el ámbito rural y el urbano, pero el informe señala que la mayor parte de la sociedad tiene alguna interacción con los bosques y la biodiversidad que contienen. Muchos millones de personas dependen de los bosques para su seguridad alimentaria y bienestar. Además la función de los bosques y los árboles en la mitigación del cambio climático es fundamental. También es fundamental su papel en la regulación del suministro de agua, en la protección frente a los vientos, alimento y forraje para los animales, y hábitats para muchos polinizadores.
Pero la realidad es preocupante ya que la deforestación y la degradación de los bosques siguen produciéndose a ritmos alarmantes, lo que contribuye a la actual pérdida de biodiversidad. La mayoría de metas y objetivos relacionados con la biodiversidad forestal no se ha alcanzado y no vamos por el camino para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible correspondientes. La expansión agrícola sigue siendo una de las principales causas. La demanda de alimentos actual da lugar a prácticas agrícolas que impulsan a la conversión a gran escala de bosques para la producción agrícola. Para luchar contra la deforestación y la pérdida de biodiversidad se necesitan medidas urgentes y un cambio transformador en la manera en que producimos y consumimos alimentos. Se necesita promover prácticas agroforestales y de producción sostenible, la restauración de la productividad de las tierras agrícolas degradadas, la adopción de una alimentación más saludable y la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Los agronegocios deben cumplir sus compromisos con las cadenas de productos sin deforestación y aquellas empresas que no han adquirido compromisos de “deforestación cero” deben hacerlo. Estas empresas deben ser responsables desde el punto de vista del medio ambiente y de la sociedad. En muchos casos, estas actuaciones requerirán una revisión de las políticas, en particular de las fiscales, y de los marcos reguladores del momento.
En el informe se analizan las contribuciones de los bosques -y de las personas que los utilizan y gestionan- a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Se analiza el progreso para el logro de metas y objetivos mundiales correspondientes a la biodiversidad forestal y se presentan políticas y medidas para la conservación y el desarrollo sostenible mediante una serie de estudios de casos de prácticas y soluciones innovadoras.
Además, este 2020 es un año particular, es el final del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica y de la aplicación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Todos los países están analizando el avance hacia los cinco objetivos estratégicos del Plan y las 20 Metas de Aichi para la Biodiversidad con objeto de conformar el marco de la biodiversidad mundial posterior a 2020.