La Investigación Agrícola para el Desarrollo (AgR4D por sus siglas en inglés: Agricultural Research for Development) es particularmente importante en el África subsahariana, donde las amenazas climáticas son inminentes y la inseguridad alimentaria sigue siendo alta. Con modelos de intensificación insostenibles que tienen repercusiones sociales y ambientales negativas en
África, y con el COVID-19 revelando vulnerabilidades importantes en las cadenas de suministro de alimentos, la agroecología está surgiendo como una ruta viable para construir sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.
En todo el mundo, las granjas, las comunidades y las regiones están participando en la transición agroecológica, con resultados impresionantes. Se estima que aproximadamente el 30% de las granjas de todo el mundo han rediseñado sus sistemas de producción en torno a principios agroecológicos. Sin embargo, desarrollar y difundir conocimiento sobre agroecología es imprescindible para mantener este progreso y permitir que se extienda aún más.
Este informe se plantea en qué medida los flujos de AgR4D están apoyando el cambio a la agroecología que se requiere con urgencia para transformar los sistemas alimentarios. La cantidad de ayuda al desarrollo dedicada a la investigación, educación y extensión agrícolas se ha estancado en los últimos 10 años, representando solo el 14% de la ayuda agrícola en África subsahariana en 2017. El panorama del desarrollo agrícola es cada vez más complejo, y las prioridades de los donantes son muy divergentes. Los donantes filantrópicos ahora desempeñan un papel importante junto con los gobiernos y las organizaciones internacionales, con asociaciones público-privadas (APP) cada vez más extendidas.
Solo algunos donantes, (Francia, Suiza, Alemania, la FAO y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola), han reconocido explícitamente la agroecología como una solución clave para construir sistemas alimentarios sostenibles. La Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF), es el mayor inversor filantrópico en desarrollo agrícola. Hasta el 85% de los proyectos financiados por BMGF se limitaron a apoyar la agricultura industrial y/o aumentar su eficiencia a través de enfoques específicos, como prácticas mejoradas de pesticidas, vacunas para el ganado o reducciones en pérdidas posteriores a la cosecha. Mientras tanto, solo el 3% de los proyectos de BMGF fueron agroecológicos, es decir, que incluyeron elementos de rediseño del agroecosistema.
Por el contrario, el 51% de los proyectos de la AgR4D financiados por Suiza tenían componentes agroecológicos, y la mayoría de éstos (41% del total de los proyectos) también incluían aspectos de cambio socio-económico y político, como condiciones de trabajo dignas e igualdad de género. Solo el 13% de los proyectos financiados por Suiza se centraron únicamente en la agricultura industrial y en los enfoques basados en la eficiencia.
El informe concluye con 6 recomendaciones para impulsar la agroecología en África.