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¿Quién está detrás de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios 2021?

The Oakland Institute analiza los intereses que hay detrás de la Cumbre que se celebrará el próximo año
Anuradha Mittal, directora de The Oakland Institute

En un escrito publicado en el medio Indepthnew con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2020, la Directora Ejecutiva de The Oakland Institute ha analizado y reflexionado sobre si será posible transformar nuestro sistema alimentario.

El próximo año se celebra la ‘Cumbre de Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios’ que busca sensibilizar y establecer compromisos y medidas a nivel global que transformen los sistemas alimentarios. Según Anuradha Mittal, Directora Ejecutiva de The Oakland Institute, esta Cumbre no tiene una intención real de llevar a cabo profundos cambios sistémicos para abordar los desafíos presentes. Mittal considera que la Cumbre será un lavado de cara verde y pobre para perpetuar los intereses de los agronegocios y las corporaciones agroquímicas, obviando las necesidades del planeta y de las personas. 

Para ella, las malas expectativas de esta Cumbre se relacionan con el liderazgo de la misma. El nombramiento de la Dra. Agnes Kalibata, Presidenta de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA), como Enviada Especial a la Cumbre, ha sido cuestionada por cientos de organizaciones, académicos y movimientos sociales, a través de cartas enviadas a la ONU. A favor de este nombramiento estuvieron de acuerdo solo doce personas de bancos de desarrollo, instituciones académicas y empresas privadas. Todas las instituciones afiliadas, menos la  Fundación Bill & Melinda Gates, están financiadas por la principal fuente de financiación de AGRA.

Según Mittal, después de casi 15 años y un gasto de más de 500 millones de dólares para promover el uso de semillas comerciales, fertilizantes químicos y plaguicidas en 13 países africanos, y mil millones de dólares adicionales por año de subsidios gubernamentales para semillas y fertilizantes, AGRA no proporciona datos de que los ingresos hayan aumentado o la seguridad alimentaria haya mejorado para los hogares de pequeños/as agricultores/as. De hecho el número de personas subnutridas en estos países ha aumentado hasta un 30% en estos años y no ha habido una reducción clara de la pobreza. El enfoque de AGRA no es el adecuado, se basa en la producción de monocultivos de productos básicos por parte de las grandes empresas agrícolas a expensas de los medios de vida sostenibles y el desarrollo humano. A pesar de esta realidad, el Comité Asesor y el Comité Científico de la Cumbre muestran el poder de AGRA. 

Por otro lado, en septiembre se anunciaron cinco "Rutas de acción" para "ofrecer un espacio para compartir, aprender e impulsar el progreso mediante el fomento de nuevas acciones y asociaciones y ampliar las iniciativas existentes”. Entre los líderes de las “Rutas de acción” se encuentran la Alianza Global para el Aumento de la Nutrición (GAIN), el Foro EAT y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Según The Oakland Institute, EAT, cuyo liderazgo y junta están estrechamente vinculados al Foro Económico Mundial, es una organización que representa los intereses de los más ricos del mundo y no cambiará drásticamente las “reglas del juego”. Tampoco se muestran a favor de que WWF lidere otra de las “Rutas de acción”, cuestionando sus acciones en todo el mundo. 

Mittal declara que los gobiernos y las instituciones internacionales deben respetar y fortalecer el control de los/as agricultores/as sobre los sistemas de semillas para garantizar su acceso a una amplia diversidad de variedades de plantas por su calidad y adecuación a las condiciones locales. Para demostrar el apoyo a los grupos indígenas, se debe priorizar el reconocimiento legal de los sistemas de tenencia consuetudinaria y colectiva que gobiernan el 65% de las tierras del mundo como un camino clave hacia la soberanía alimentaria, en lugar de privatizar la tierra para atraer inversión.

Según las palabras de la Directora de The Oakland Institute, a menos que haya un cambio radical en el rumbo que está tomando la Cumbre, ésta no garantizará la transición necesaria de la agricultura industrial corporativa a un sistema resiliente al clima, centrado en la agroecología y la soberanía alimentaria, que  cuide al planeta y sus recursos y proporcione dietas saludables a las personas y un modo de vida digna a los/as agricultores/as.