Terminar con el hambre en el mundo es, sin duda, uno de los mayores retos de nuestra época. El informe de Friends of the Earth, titulado "Farming for the future" señala que incentivar la agricultura agroecológica es la clave para combatir la inseguridad alimentaria, la erosión de la tierra, la escasez de agua y la pérdida de la biodiversidad. Además, el estudio recalca que la pobreza, la falta de democracia y el acceso desigual a la tierra y al agua son también causantes del hambre, por ello deben ser atajados. Se recalca también que muchas veces los intereses económicos predominan, puesto que la industria alimentaria –en la que se incluye la producción de pesticidas, hormonas, semillas modificadas genéticamente etc.– es una gran fuente de ingresos, que hace muchas veces que las políticas las favorezcan.
El informe apunta tres “mitos” sobre los alimentos, la agricultura y la malnutrición:
- En primer lugar, denuncia que muchas veces se incentiva la producción de más alimentos para erradicar el hambre. No obstante, la sobreexplotación provocará serios problemas a largo plazo, siendo negativo en muchos aspectos.
- El otro mito es que la producción de alimentos orgánicos y agroecológicos no puede abastecer la demanda global. Sin embargo, los estudios muestran que no solo no es así, sino que además produciría grandes beneficios económicos, de salud y medioambientales. Por ello, Fiernds of the Earth defiende que se deben incentivar estos sistemas mediante inversiones, asistencias técnicas y otro tipo de incentivos.
- Por último, según este informe, es falso que la industria agraria es más eficiente y sostenible, puesto que los daños que esta produce, sobre todo a largo plazo, suponen un coste muy alto y es insostenible en el tiempo.