El régimen sirio está usando tácticas salvajes para castigar e intimidar a cualquiera que se oponga a su control. Los ciudadanos de Madaya, que participaron activamente en las protestas de 2011, están pagando el precio por haberse atrevido a pronunciarse años atrás. El régimen es responsable de la gran mayoría de estos actos y proporciona alimentos por vía aérea a sus partidarios, mientras que los habitantes de Madaya se van desvaneciendo. Según la información de Avaaz, 31 personas ya han muerto de inanición este mes. La gente se arriesga a volar en pedazos si intenta escapar, porque la ciudad está rodeada de minas.
En septiembre del año pasado se negoció una tregua para levantar el asedio sobre Madaya y otras ciudades, pero los civiles todavía están atrapados allí, sin comida ni medicinas. En estos momentos está entrando ayuda a la ciudad. La creciente presión mediática ha hecho que el régimen permita al fin la entrada de ayuda exterior a Madaya. Pero, también se distribuyeron suministros en octubre: se agotaron y ahora la gente se muere de hambre otra vez. Para salvar de verdad a la gente de Madaya, es necesario que se levante el sitio completamente.
Turquía e Irán podrían trabajar con sus aliados para conseguirlo, pero no van a actuar solos. Avaaz pretende sumar 1 millón de voces para exigir al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que intervenga y trabaje con todas las partes, para evitar que miles de familias se mueran de hambre en Madaya.
Si se levanta el asedio, podrían sentarse unas bases esperanzadoras para las próximas conversaciones de paz.