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Una nueva investigación pone en evidencia los intereses de cinco grandes donantes en la agricultura africana

El Instituto Oakland publica un estudio en el que se analiza cómo cuatro países occidentales y una gran fundación filantrópica promueven la agricultura industrial en detrimento del mundo rural
Portada del informe "Unholy Alliance"

El Instituto Oakland ha publicado el informe The Unholy Alliance, Five Western Donors Shape a Pro-Corporate Agenda for African Agriculture (Alianza Nociva, cinco donantes occidentales imponen un modelo pro-corporaciones para la agricultura africana); se trata de una publicación que analiza las políticas del Banco Mundial a favor de las multinacionales y en perjuicio del mundo rural.

En el trabajo se estudia la acción de cuatro países occidentales (Estados Unidos, el Reino Unido, Dinamarca y Países Bajos) y de la Fundación Bill y Melinda Gates. Estos cinco donantes financian el indicador “Enabling the Business of Agriculture” (EBA "Facilitando los negocios en la agricultura") del Banco Mundial y promueven la privatización de la agricultura en los países en desarrollo, en particular en la región africana.

La Nueva Alianza para la Seguridad Alimentaria y Nutrición, iniciativa lanzada por el G8 en 2012, es una asociación con empresas agrícolas para aumentar la inversión privada en la agricultura de África. Para poder acceder a la ayuda a través de la Nueva Alianza los países africanos socios tienen que comprometerse a reformas que facilitan los negocios en el sector de la agricultura. Esas reformas están guiadas por la clasificación empresarial de los países que el G8 encargó al Banco Mundial (el indicador EBA lanzado en 2013 y financiado por los donantes comentados anteriormente).

Según el informe, estos cinco donantes llevan a cabo los programas de ayuda bilateral y multilateral para apoyar la agricultura corporativa. A través de estas ayudas se facilitan las inversiones privadas, se convence a los gobiernos para que abran sus sectores agrícolas a la importación de semillas, pesticidas y fertilizantes comerciales, a usar sus tierras para la agricultura a gran escala y a destruir la agricultura familiar y los recursos naturales en beneficio de las corporaciones. Se está convirtiendo a África en un nuevo mercado para corporaciones agroquímicas a través de la promoción de semillas transgénicas, pesticidas y fertilizantes sintéticos

Según el estudio publicado por el Instituto Oakland, muchos agricultores serán marginados a consecuencia de la concentración y el control de los recursos naturales por parte de las grandes empresas y se verán obligados a trabajar de forma asalariada, mal pagados y en unas condiciones poco seguras.

Este trabajo apoya los objetivos de la campaña Our Land, Our Business (Nuestra Tierra, Nuestro Problema) que pretende cuestionar el paradigma de desarrollo fomentado por el Banco Mundial y los donantes occidentales; un modelo de desarrollo  que, según esta campaña, promueve políticas que benefician a los países ricos y a las corporaciones multinacionales en detrimento del bienestar de las naciones, ciudadanos y campesinos.